Vocación

Si alguno de ustedes me ha regalado el enorme favor de acompañarme en este proyecto desde hace tiempo, sabrá que existe un tema que me causa especial inquietud… El tema de la vocación.

Y es que personalmente he sabido lo que es sufrir una crisis vocacional severa que me ha llevado continuamente a querer replantearme lo que debo hacer en la vida.

He leído libros sobre vocación (pocos verdaderamente reveladores), he navegado obsesivamente en internet para buscar alguna fuente que me pueda dar pistas de por donde investigar, he preguntado a personas sobre el tema, he sido testigo de casos de éxito y de no tanto, en fin… «Vocación» es una de esas palabritas que cada vez que la escucho me patea el intelecto y me pone a tratar de escuchar y aprender todo lo que pueda.

Es más…

A tal nivel es mi interés por el tema que he  sondeado la posibilidad de ingresar a estudiar un Doctorado en Humanidades con el único propósito de ver si puedo descubrir algo revelador en la materia.(Si, soy un nerd… lo se y me encanta)

De principio me gustaría compartirles algunas inquietudes que, en forma de pregunta, han rondado mi cabeza una y otra vez desde hace muchos años y a las cuales he tratado de dar respuesta sin llegar a ninguna conclusión definitiva.

Me encantaría poder conocer sus opiniones al respecto…

¿Existe una vocación como tal en el ser humano?

¿Existe un llamado que, por sobre otros, debamos de escuchar y atender de manera apremiante?

¿Es la vocación una cuestión divina (un llamado de Dios) o es una necesidad meramente humana?

De ser así…

¿Existe una manera o metodología concreta para poder encontrar la propia vocación?

¿Qué debería de hacer nuestro sistema educativo para poder promover más el encuentro de la vocación en nuestro jóvenes?

¿Que tan relevante puede ser trabajar en un tema así para la humanidad?

 

Me encantaría poder tener comentarios y aportaciones de parte de ustedes estimados lectores. ¿Cómo les ha ido con relación a su vocación?

6 Responses to Vocación

  1. Marilyn dice:

    Hola José Luis! excelente blog! mis felicitaciones de nuevo… lo sigo… con respecto al tema de la vocacion,,, yo creo que Dios puso en cada corazon una vocacion especial para cada uno… 🙂

  2. jldamian dice:

    Estimada Marylin:

    Gracias por tus palabras. Yo también soy de la misma idea que Dios infunde un llamado especial en cada uno. Lo importante es saberlo discernir. Saludos.

  3. patricia dice:

    Yo he seguido mi vocación y he tenido éxito, pero muchos jóvenes me dicen que si su vocación no les permite ganarse la vida dignamente, deben relegarla, que siempre está en su interior pero no pueden priorizarla. Tal vez seguir una vocación verdadera , tenga que ver con eso que dice algo asi como….» dejarás tu padre, madre,…y no darás vuelta la vista…» bueno, se que vos lo conocés mejor que yo ….Saludos Jose!!!

  4. ¡Hola José Luis, te había leído hace ya tiempo y hoy (a estas horas de la madrugada) te he redescubierto! Soy joven y apenas comienzo a vivir mi vocación, pero creo que es algo divino, y por lo mismo es tan fácil como complejo. Como católicos hemos crecido sabiendo que Dios nos llama a todos a la santidad, pero el cómo llegar es en donde yo creo que entra la vocación. Haciendo lo que cada uno hace en donde se encuentra pero siempre encaminado a dar gloria a Dios. Hablo por mi cuando digo que mi vocación es estar inmersa en la sociedad y desde ahí mejorarla y hacer que Dios se vea reflejada en ella. En lo particular, en este momento de mi vida, mediante la convivencia en la universidad y con mis círculos familiares y de amistades; y después he decidido responder a mi vocación mediante el ejercicio periodístico. En conclusión creo que cuando sabemos que lo que hacemos, sea lo que sea, da gloria a Dios, nos hace felices, busca trascender y busca el bien común del prójimo es cuando podemos estar felices porque hemos dado el sí a nuestra vocación.

  5. Susana dice:

    Es complicado… A veces cuesta distinguir entre la propia vocación y el deseo de protagonismo o de tener más vida de iglesia… Decía San Josemaría que todos queremos ser la veleta, que no aporta nada al edificio pero es dorada y vistosa, pero nadie quiere estar en los cimientos, que son los que sostienen el edificio pero que nadie los ve. ¿Queremos tener tal o cual papel porque Dios nos lo pide, o para que nos vean? Creo que la humildad es el primer paso. Cuando consiga darlo, os cuento el resto 🙂

  6. jldamian dice:

    Que increíble aportación. Definitivamente pienso que la humildad es materia de gran valor. Sin embargo, me parece que en ocasiones en la Iglesia hemos pecado de no dar a conocer más y mejor el mucho bien que se hace. Ojalá más y mejores católicos comprometidos con el mundo y con un gran entendimiento del amor humano sean los que puedan estar en la mira de todos. Hagamos el bien desinteresadamente y que Dios sea el que aproveche dicha causa.

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